Hoy queremos hablarte de un tema que nos apasiona: las diferencias entre interfaz de usuario (UI) y experiencia de usuario (UX). ¿Sabes qué son y por qué son importantes? Si no tienes ni idea, no te preocupes, te lo explicamos de una manera divertida y con varios ejemplos prácticos. ¡Comencemos!
Diferencia 1: conceptos y objetivos diferentes
Interfaz de Usuario (UI): lo que ves y tocas
La interfaz de usuario (UI) es la parte del producto digital que se enfrenta al usuario cuando lo mira o lo usa. Es el conjunto de elementos visuales y funcionales que permiten la interacción entre la persona y el producto. Por ejemplo, en una página web, la interfaz de usuario incluye cosas como el menú, los botones, los colores, las imágenes, los textos, etc.
La interfaz de usuario debe ser atractiva, coherente y fácil de usar. Es decir, debe captar la atención del consumidor, seguir una lógica visual y permitirle realizar las acciones que desea sin complicaciones. Una buena interfaz es aquella que no hace pensar al usuario, sino que le guía de forma intuitiva y natural.
Un ejemplo de una buena interfaz de usuario es la de Netflix. Su diseño es simple, elegante y adaptado a cada dispositivo. Permite a sus espectadores acceder fácilmente a las categorías, como: los géneros, las recomendaciones y los contenidos de interés. Además, tiene un sistema de valoración y personalización que mejora su experiencia en la plataforma.

Experiencia de Usuario (UX): lo que sientes y piensas
La experiencia de usuario (UX en sus siglas en inglés) es el conjunto de emociones, sensaciones y pensamientos que tiene el usuario al interactuar con un producto digital. Es el resultado de cómo el producto cumple las expectativas, necesidades y deseos de la persona que utiliza la página. Por ejemplo, en una página web, depende de cosas como la velocidad de carga, la navegación, la usabilidad, el contenido, etc.
La experiencia de usuario debe ser positiva, satisfactoria y memorable. Es decir, debe generar en las personas una sensación de placer, confianza y fidelidad hacia el producto. Una buena experiencia es aquella que hace feliz al cliente, que le resuelve sus problemas y que le hace volver al sitio web de tu marca.
Un buen ejemplo en UX es la de Spotify. Su servicio es rápido, fluido y personalizado. Permite al usuario escuchar música ilimitada, crear listas, descubrir nuevos artistas y compartir sus gustos con otros. Además, tiene un sistema de inteligencia artificial que le recomienda canciones según sus preferencias.
Diferencia 2: lo visual vs lo emocional
La segunda diferencia entre estos dos conceptos es que la primera se centra en lo visual y lo funcional, mientras que la segunda se centra en lo emocional y lo cognitivo. La interfaz de usuario se ocupa de cómo se ve y se usa el producto, mientras que la experiencia de usuario se ocupa de cómo se siente y se piensa el producto.
Diferencia 3: lo tangible vs lo intangible
En el tercer puesto tenemos que: el primero, se basa en elementos tangibles y medibles, mientras que el segundo se basa en elementos intangibles y subjetivos. La interfaz de usuario se puede diseñar, programar y testear con criterios objetivos, mientras que la experiencia de usuario se puede investigar, analizar e interpretar con criterios subjetivos.
Diferencia 4: lo individual vs lo global
La cuarta y última diferencia entre interfaz de usuario y experiencia de usuario, es que la primera se refiere a un aspecto individual y específico del producto, mientras que la segunda se refiere a un aspecto global e integral del producto. La interfaz de usuario va a lo concreto y la experiencia se ocupa de las sensaciones del colectivo en relación a su interacción con el producto.
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